Dice la canción: “Nacimos para aguantar lo que el cuerpo sostiene; aguantamos lo que vino y aguantamos lo que viene.” Y sí. Aquí estamos “aguantando” una pandemia nuevamente. Y digo nuevamente porque hemos tenido varias.
Hace 500 años los españoles además de traernos cerdos, ovejas, limones y canela, nos trajeron algunas enfermedades que jamás imaginaron se convertirían en pandemias. Sin conocer Cortés la “sana distancia”, y bueno, ni qué decir del #quédateencasa, que de haber aplicado, la historia sería otra… Logró que un brote de viruela en Yucatán, en tan solo algunos meses llegara a la región central de nuestro país y arrasara casi hasta exterminar por completo a nuestros ancestros. Así, sin aviones, sin murciélagos; paso a pasito.
La epidemia tuvo una duración de 60 días en Tenochtitlán, para después irse esparciendo por otros pueblos del valle central. Empezó por Cuatlán y se fue hacia Chalco. 60 días donde los mexicanos tuvieron que “aguantar”, resistir sin vacunas, ni cubrebocas, ni gel antibacterial. ¿Cuántos días ya llevamos luchando contra el Covid? Hasta donde yo recuerdo, y desde mi trinchera, poco más de 6 meses y sé que tendremos que aguantar el triple o un poco más.
La pandemia nos ha traído cosas buenas y malas, no ha dejado marcas en la piel como la viruela, pero las ha dejado en el corazón y en el espíritu. Cicatrices reflejadas en fallecimientos, falta de empleo, inseguridad, escasez, incertidumbre sobre el futuro. Pero si volteas, te darás cuenta que hemos aguantado invasiones, pérdidas por la mitad del territorio, dictaduras, piedras enormes en la espalda como el Pípila, discriminación y un millón de NOs que nos intentan tatuar en la piel y erosionar el alma.
Si estás aquí leyendo esto significa que has sobrevivido, que has aguantado, que estás de pie dispuesto a darlo todo. Y si tienes la fortuna de haber nacido mexicano, estás en el lugar indicado. Aquí si la haces, la haces en cualquier lado. El cambio está en ti, en verle el otro lado de la moneda, en levantarte un poco más temprano y hoy por fin salir a caminar. Por algo se empieza. Quizá y el día de mañana, sin pandemia, te puedas lanzar a correr un maratón completo. Si llegaste hasta este 2020 con sueños y ganas en tus bolsillos, mi más grande admiración para ti y tu familia. Ahora a trabajarle, que Roma no se hizo en un día, ni tampoco la pirámide de Cholula.
Jodorowsky dice que: “el milagro surge donde pones toda tu atención”. Los distraídos no conocen de milagros. Tenemos que estar listos para saber reconocer oportunidades por muy oscuro que se vea el panorama. No hay mal que por bien no venga dice la sabiduría popular. Si solo vas por ahí quejándote o esperando que llegue la vacuna para el Covid, se te va a ir el momento. “Saber vivir es hacer lo mejor que podemos, con lo que tenemos, en el momento en que estamos.”
Así que, y tú, ¿qué estás haciendo? Si esa roca de 130m que cayó en el Golfo de México nos hubiera caído a los mexicanos y no a los dinosaurios, seguro hubiéramos aguantado. Porque la pandemia nos preocupa, pero así como hace 500 años, volveremos a resurgir.
¡Arriba México!
2 comentarios
Tus comentarios sobre distintos temas actuales y el día a día son excelentes de verdad , esa es la actitud !
Muchas gracias Ivonne. Te invito a seguir leyendo, compartiendo, escuchando… Y si hay algún tema que te interese o que le pueda gustar a tus amigos, a tu familia, mándamelo. Me encantará saber ustedes ¿qué están haciendo?