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FelipeSandoval - En esto creo - Bailar bajo la lluvia
  • En esto creo

Bailar bajo la lluvia

  • 13 de septiembre de 2020
  • Felipe Sandoval
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Imagina que te vas a la cama un viernes 6 de marzo y despiertas meses después un 6 de septiembre. Como esas películas de ciencia ficción en que despierta el viajero después de años de estar en hibernación. O como la película “El bulto”, pero con solo 6 meses en estado de coma. De repente simplemente despiertas y descubres que el mundo cambió…

Los titulares dicen: más de 60 mil muertos en México, cuarto lugar mundial en muertes por Covid, el país donde más médicos y personal de salud han fallecido, se estiman 40 mil asesinatos para finales de año, la economía retrocederá en el país 10%.

En la calle todos llevan cubrebocas, no se abrazan, se sientan separados; ya no van al trabajo, lo hacen desde su casa. Tu esposa pide comida a domicilio el sábado, cuando antes, salías al parque con la familia. Te obligan a quitarte los zapatos en la entrada y desinfectas el super que pides a través de una aplicación, y lo llevan a la puerta de tu casa.

Para muchos el panorama podría ser más caótico. Tu primo favorito falleció por Covid, tu compañera de oficina está hospitalizada – en terapia intensiva – por el mismo padecimiento, tu hermano perdió su trabajo, la tía Dolores fue asaltada; a Rufino, el vecino, le robaron el coche por tercera vez, cerraron tu peluquería de la esquina, y la escuela en casa para tres chamacos ha puesto de cabeza a la familia. Histeria colectiva. Y para acabarla de amolar, por dormir seis meses, no viste el partido donde finalmente tu poderosa máquina del Cruz Azul logró un campeonato frente a las Chivas. Cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia.

Para estas alturas estamos un poco fastidiados del conteo de muertes diarias por Covid, pero cómo duelen. Más de 120 mil personas se estima que han fallecido en realidad… Por eso las encuestas dicen que 3 de cada 10 personas tienen a alguien cercano que se ha enfermado, y 5 de cada 10 creen que el país va a empeorar.

Te despertaste y toda tu vida cambió: Nuestra vida cambió para siempre.

En lenguaje evolutivo, las especies que sobreviven NO son las más grandes y más poderosas, sino las que mejor se adaptan. Lo mismo pasa con las personas. En argot coloquial, para salir adelante hay que echarle huevitos al rompope. En slang callejero, o te aclimatas o te aclichingas.

Decía Henry Ford que “cuando todo parezca ir contra ti, recuerda que el avión despega contra el viento, no a favor de él”. En vez de lamentarnos, debemos tomar al toro por los cuernos. Porque el éxito de la vida no está en vencer siempre, sino en no darse por vencido nunca.

La gente ha buscado durante siglos una manera efectiva de mejorar su buena fortuna cuando hay crisis. Fetiches, amuletos de la suerte y talismanes han sido encontrados a través de la historia en prácticamente todas las civilizaciones. Muchas de estas creencias y comportamientos continúan con nosotros y han sido pasados de generación en generación. No son invento de la 4T.

Y al respecto de la suerte, y de la atracción hacia la misma para lograr resultados, tenemos varios dichos populares; la frase de “dinero llama dinero” tiene que ver precisamente con ese paradigma que tenemos al respecto a que los empresarios ricos se hacen más ricos.

Contrario a lo que muchos pudieran pensar, y sobre todo para desconsuelo de quienes leen el tarot, la mano o las cartas – o que se guían con detentes en sus decisiones de gobierno como ya sabes quien -, parece que el factor de la suerte para tener resultados en los negocios, en el amor o en los estudios, y por qué no en la “grilla”, no tiene nada que ver con la posición de la tierra, con levantarse con el pie derecho y mucho menos con gatos negros o escaleras. Tener suerte en la vida y por supuesto en los negocios, tiene que ver más con cuatro factores en los cuales se puede influir.

Las personas muy afortunadas tienen cuatro características comunes. Primero tienen habilidad para crear y notar las oportunidades casuales. Los infortunados son generalmente mucho más tensos y ansiosos que los “suertudos”; la ansiedad perturba la capacidad para notar lo inesperado.

La gente desafortunada no ve las oportunidades casuales porque está muy concentrada en buscar otra cosa. Normalmente en los por qué no. Normalmente se ciclan en la muerte del primo, en la pérdida del empleo, el asalto al vecino, o el 10% de la caída del PIB. Si eres de los desafortunados a los que nunca se les presenta un buen proyecto, que no conocen a la gente adecuada, o invierten su dinero y pierden a tiro por viaje, sigue en esa rutina y seguramente no te toparás con la suerte ni por casualidad. Seguramente no serás el próximo Alexander Fleming que descubra por casualidad la penicilina, o en estos tiempos, la nueva vacuna para el Covid.

Cuentan que al salir de un hotel en Nueva York un empresario escuchó que llamaban a un señor “Mister Buffet”; una gran coincidencia que se topara con uno de los hombres más ricos del mundo en plena calle y sin cita. Se presentó y confirmó que era el gran empresario. Poco después lo había convencido de invertir en su empresa de joyería. Atención a las oportunidades casuales.

La segunda característica de las personas con suerte es que escuchan sus intuiciones para tomar decisiones afortunadas. Eso me late, esa corazonada o el feeling tienen una gran importancia para el éxito de los proyectos que emprendes, en los negocios, en el amor y en todos los aspectos de tu vida. Imagina a un migrante poblano que a sus 35 años decidió perseguir el sueño americano. Comenzó como chofer de un camión, repartiendo productos mexicanos. Pidió un aumento de sueldo, no se lo dieron, pero conociendo los productos tuvo la corazonada que la tortilla, uno de los productos estrella podría tener futuro. Hoy a sus 64, la Tortillería Chinantla de Erasmo Ponce, tiene presencia en más de 11 estados del noreste de EUA.

La tercera característica es que las personas con suerte crean profecías que se transforman en realidad, como resultado de sus expectativas positivas. Montan una empresa por ejemplo, y con la espectacular habilidad que tienen para idealizar su visión son capaces de dirigir el esfuerzo para lograr que sea una realidad. Imagina el sueño de un hombre con suerte que quiso crear en una barranca un lugar donde los jóvenes pudieran refugiarse en el ejercicio en lugar de las drogas y delincuencia. Un hombre que provenía de ese ambiente y con una sola pierna. Trillado, tal vez para muchos, pero pocos han logrado reclutar a más de 300 jóvenes cada semana para ejercitarse y que el gobierno invierta con ellos. Es “sin miedo al éxito, papi” o no Paul Villafuerte.

Y finalmente la cuarta característica que influye en las personas que logran atraer la suerte y tener resultados, es que adoptan actitudes de recuperación que transforman la mala suerte en buena. Algo que tiene que ver con la perspectiva con la cual afrontamos las situaciones “desafortunadas” que se nos presentan en la vida, justo como ahora, o lo que los psicólogos llaman pensamiento contrahecho. La capacidad de imaginar lo que habría podido suceder en lugar de lo que pasó en realidad.

La superstición en la suerte siempre está presente en nuestra mente, no se puede separar en los negocios, ni en las decisiones cotidianas. Pero no es un tema de superstición, es momento de crear tu suerte: de identificar las oportunidades casuales, de escuchar tus intuiciones, de crear tu propia profecía y recuperarte de las situaciones desafortunadas.

Hagamos el siguiente ejercicio: te duermes hoy, con esta realidad y estos titulares en los periódicos y despiertas el 6 de marzo del 2021. ¿Qué hay de nuevo, cómo es, qué ha cambiado para bien? Si la resiliencia es la capacidad para recuperarse y llegar a un nivel anterior de bienestar después de una crisis, y la suerte se puede atraer para lograr resultados… entonces, ¿qué hiciste hoy transformado tu presente para construir ese futuro en que despertaste? Porque la vida no se trata de esperar a que pase la tormenta. Se trata de aprender a bailar bajo la lluvia. A eso le llaman pomposamente: Resiliencia.

– Felipe Sandoval

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2 comentarios
  1. Miguel Angel Sánchez y Guzmán dice:
    15 de septiembre de 2020 a las 16:37

    Tengo una finca con gran potencial económico, más de 15000 árboles de café de buena calidad, tiene una cascada de agua todo el año, a borde de carretera, conurbado con el pueblo, colindantes rentan cabañas, para realizar un plan turístico con recorrido del cafetal, de la la mojarra tilapia o acamayas, un lugar donde se da pimienta, canela, cacao, cítricos ,ect. Si piensan que podemos encontrar un comprador, denme una cita.

    Responder
    1. Felipe Sandoval dice:
      29 de septiembre de 2020 a las 21:35

      Hola Miguel Ángel,
      Gracias por ponerte en contacto. Mándanos toda la información y ubicación y la proponemos. Saludos

      Responder

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