Un buen día del 2020, un año interminable que toda la humanidad recordará, un año donde mi esposa se contagió de covid, que me rompí la clavícula, que un buen amigo me hizo pensar en realmente qué estaba haciendo, desperté con el sueño de vivir en una ciudad mejor.
Hoy que ya termina el primer mes del 2021, gracias a ti, tenemos la esperanza de un gobierno de ciudadanos para los ciudadanos. Un movimiento ciudadano que tendrá un lugar en la boleta. En nombre de mi familia, de mis vecinos, de mis amigos, de mi equipo, de cada una de las personas que he conocido en esta nueva aventura… Yo, Felipe Sandoval, te doy infinitas gracias. Lo hicimos, lo logramos gracias a todos.
He caminado por las calles de San Andrés desde hace 26 años, y hoy camino junto a ti.
Caminando con la gente de una gran ciudad es como siempre he pensado que las cosas pueden cambiar. Gracias por enseñarme, por haberme abierto la puerta de tu casa, por compartirme tus inquietudes, tus miedos, tus sueños y tus anhelos.
No ha sido fácil este camino como independiente, pero al voltear y escuchar tus pasos, el saber que también tú tienes esperanza, el saber que también exiges que ya sea tiempo de hacer las cosas bien, es más que suficiente para que sigamos adelante con nuestra iniciativa.
Sé que ya no estoy solo, que juntos miramos hacia adelante con propuestas reales, con ideas de todos para todos, con un solo bien en común: regresarle su grandeza a San Andrés.
La cosa no está fácil, pero a pesar de la emergencia sanitaria, económica, la falta de empleos y la inseguridad, agradezco tu voz y tu valor con la que dices a los cuatro vientos: “Ya es tiempo”.
Juntos podemos construir las propuestas y el camino para ser la ciudad que siempre debimos ser. Una ciudad con orgullo, tradiciones, historia, progreso, modernidad, y sobre todo, para todos y cada uno de los que vivimos en ella.
Gracias empresarios, amas de casa, estudiantes, comerciantes.
Gracias a los que labran y cosechan campos, a los que nos llenan el corazón y el alma; gracias a los que nos cuidan, nos curan y siguen al frente a pesar de las adversidades. Gracias a los que están lejos, a los que están separados; a los que nos dan fe y a los que mueven montañas.
Este camino no termina aquí, sigamos construyéndolo juntos. Porque ya es tiempo de una vida mejor para todos, de una vida independiente.