¿Han escuchado sobre la ley de Murphy? ¿Nunca les ha pasado que justo cuando se sientan en el excusado suena el teléfono; ¿que solamente cuando tienen prisa para llegar a ver a un cliente el de adelante parece que está de vacaciones, o los semáforos están sincronizados perfectamente para que te toquen todos en rojo? ¿Les ha sucedido que exactamente el día que embarcas la mercancía te cancelan el pedido? Artur Bloch recopiló una serie de paradigmas fatalistas, pero pletóricos de humor en la ley de Murphy, que a lo largo de los años se ha nutrido con aportaciones diversas.
Murphy dice que” si algo puede salir mal, saldrá mal” . ¿Y cuál es la filosofía de Murphy?: “Sonría. Mañana puede ser peor”. Así que si ayer el dólar llegó a $22.50, sonría, mañana puede estar a $24. ¿La extensión a la ley de Murphy?: “si varios sucesos pueden salir mal, saldrá mal en la peor secuencia posible”.
¿Por qué hablar de la ley de Murphy? Quizá porque varias de las leyes, postulados y reglas que se mencionan tienen que ver con la forma en que manejamos los problemas que se presentan en la vida cotidiana.
Por ejemplo, la observación de Murphy sobre la dirección de empresas dice: “La ineficacia y estupidez del personal corresponde a la ineficacia y estupidez de los directivos”. Así que si usted es de los que piensa que su equipo de trabajo es ineficaz tenga mucho cuidado. Por cierto, lo mismo pasa con los gobiernos.
La ley de Mitchell sobre la comitología
Parece simplemente maravillosa dice que “cualquier problema sencillo se puede convertir en insoluble cuando se celebran suficientes reuniones para discutirlo”. Así que, si en su empresa le han dado vueltas y vueltas a un asunto, está seguramente por lograr que algo simple se transforme en algo realmente complicado. ¿Le suena familiar en cómo funcionan los congresos de los estados y los cabildos en los ayuntamientos?
¿Sabe por qué cuando usted propone una idea al Consejo de Administración, a su jefe, o al secretario de cualquier dependencia tiene problemas?
Por un postulado de Harrison que dice: “para cualquier acción existe una crítica igual y antagónica”. Así que si decide exportar siempre habrá quien encuentre un por qué no igual de convincente que sus argumentos; si quiere cambiar la maquinaria alguien habrá de encontrar por qué no es la más adecuada. Si le interesa reestructurar la forma de operar del IMSS respecto a las pensiones y jubilaciones, más de uno encontrará una crítica igual de poderosa y antagónica a sus acciones.
Así que este cúmulo de conocimiento recolectado por Bloch tiene una relevancia realmente importante en las organizaciones como el principio de Pfeifer en el que sostiene que: “nunca tome una decisión si puede lograr que otro la tome en su lugar”. Así que, bajo este principio, para el presidente de México es mejor que el “El pueblo sabio” decida qué hacer con los temas, que entrarle él al quite. No es que Andrés Manuel López Obrador se lave las manos, o sea un “gran papanatas”, es simplemente que es un conocedor de la ley de Murphy y ha estado aplicando este principio de Pfeifer.
Ahora dentro de este juego de leyes, axiomas y demás, se encuentra el dilema del trabajador y que quizá le explique porque sus superiores jerárquicos nunca están contentos con su esfuerzo, o porqué sus ciudadanos – señor presidente municipal – siempre tienen algo que opinar en contra a pesar de tener los beneficios en sus narices.
El dilema del trabajador
Establece que: “haga lo que haga nunca será suficiente y lo que no haga, será más importante que lo que haga”. Por eso si terminaste el proyecto, pero no hiciste la llamada, seguramente era más importante la llamada para tu jefe. Y si realizaste cuatro actividades tu jefe te reprenderá por haberte faltado la quinta. Pero si hubieras hecho 24 te hubieran llamado la atención por haberte faltado la 25 y subsecuentes. ¿Construiste quince escuelas, pero la última quedó inconclusa? Título del periódico: Alcalde deja obras inconclusas en su periodo.
Finalmente, si hoy está abrumado con el COVID-19 o por la subida del dólar; o la inflación que va a ser superior al 5% en el año le quita el sueño, perdió su empleo hoy y no ve cómo pagar las colegiaturas. Si tiene insomnio porque el día más luminoso parece gris y no cerró el negocio que esperaba porque fue inhábil, piense en la extensión de Gattuso a la ley de Murphy: “Nada, nada es tan malo como para que no pueda empeorar”.